domingo, 26 de octubre de 2008

CONCEPTO DE VALORES


Por valores se entiende, los modelos ideales de conducta. Son principios éticos con respecto a los cuales sentimos un fuerte compromiso emocional. Nos acompañan a lo largo de nuestra vida y la condicionan, son propios de cada persona; por eso hablamos de valores personales o individuales. Estos factores implícitos, marcan nuestras inquietudes y conductas al mismo tiempo que la interacción con los demás y con el entorno. De ahí que también podemos hablar de valores sociales.
Dentro de los valores individuales destacamos: autoestima, tolerancia, sentido de justicia, honestidad, responsabilidad, honradez, espíritu de libertad, solidaridad.
Dentro de los valores sociales distinguimos: paz, igualdad, justicia, cooperación, felicidad, solidaridad, compromiso, compañerismo.

Actitudes y respuestas frente a situaciones y hechos concretos han cambiado con respecto a las establecidas como norma hasta el momento, de acuerdo a las diferentes culturas.
La familia es el primer modelo con el cual el niño toma contacto y es a través de la conducta de sus padres, de sus aprobaciones o sanciones, que aprende lo que está permitido o no. Es en el seno familiar donde los pequeños establecen sus primeras relaciones afectivas y en consecuencia, las influencias son muy destacables.
Más tarde, es el ámbito escolar el que ofrece un modelo, muchas veces diferentes al del hogar, por lo que resulta fundamental la relación entre la escuela y la familia.
Conciliar, mediar, lograr un equilibrio entre los valores aportados por el hogar y aquellos que la escuela pretende difundir, es una ardua tarea `para el docente, considerando que éste no es un modelo neutro para el niño.
Cabe cuestionarnos ¿Educar para los valores? o ¿Educar en valores? No son tareas excluyentes, por un lado nos compete la tarea de inculcar y mostrar con nuestras propias conductas ciertos valores, por otro, debemos propiciar un ámbito para vivenciar y reflexionar sobre ellos.
La base de la intervención estará fundada en la relación afectiva con y entre los alumnos.
La afectividad tiene que ver con la igualdad entre los sexos, la confianza en sí mismos, la autoestima, la comunicación, el placer, la responsabilidad compartida y otros tantos valores y actitudes que permiten lograr un clima escolar más solidario y tolerante, e imprimen mayor contenido ético y emotivo al aprendizaje.
Se debe sistematizar reflexiones acompañándolas de estrategias concretas de intervención.

Extraído de “De Maestro a Maestro” de Sylvia Ferrer- Mariela Méndez